Frusano, especialista en la comercialización de productos alimenticios para personas con intolerancia a la fructosa, lleva a Alimentaria un amplio catálogo adaptado a esta patología, una de las más desconocidas y complicadas con las que lidiar, pues no tiene cura y aún no se ha descubierto un fármaco contra ella.
La fructosa es el azúcar natural que se encuentra en casi todas las frutas, verduras y cereales, y también un componente de la sacarosa, el azúcar de uso doméstico. Ningún alimento natural está libre de ella, por lo que llevar una dieta sin fructosa es prácticamente imposible. Por ello es crucial ingerir la menor cantidad de fructosa posible (la cantidad varía mucho según los alimentos) y averiguar el “umbral de tolerancia” personal. Pero ser intolerante a la fructosa no significa dejar de comerla.
Desde sus inicios en 2006, Frusano, especialista en esta intolerancia, endulza todos sus productos con maltosa y glucosa elaborada a partir de jarabe de glucosa sin fructosa y produce también edulcorantes alternativos. Entre sus productos, destacan chocolate, mermeladas, dulces, galletas y snacks, bebidas endulzadas, pastas, caramelos y gominolas y salsas.
Casi todos los productos de la marca, además, de no contener fructosa (o contener muy poca), están libres de gluten y lactosa, y son veganos. Y, como muchas personas afectadas por malabsorción a la fructosa también tienen problemas para tolerar el sorbitol, la firma se asegura de que todos sus productos contengan la menor cantidad posible.