La palabra Halal suele asociarse únicamente al ámbito religioso, pero detrás de ella hay mucho más: una manera de entender la gastronomía que combina respeto, trazabilidad y hospitalidad. En este nuevo episodio de HORECA Stories descubrimos cómo el mundo Halal está transformando el sector hostelero, impulsando un modelo más inclusivo y sostenible que conecta culturas y abre nuevas oportunidades para la hostelería y la industria alimentaria.
La cultura Halal como estándar de calidad
Para Javier Albarracín, fundador de Barcelona Halal Services, Halal “no es solo una etiqueta religiosa, sino un estándar de calidad, respeto y confianza”. Su visión va más allá del cumplimiento de unos preceptos: el Halal representa un compromiso ético con la salud, el bienestar animal y la transparencia en toda la cadena alimentaria.
Albarracín destaca también el potencial de este mercado, especialmente en España, un destino bien situado para recibir turistas musulmanes por su geografía y su capacidad de adaptación. “España está muy bien posicionada en el turismo y un círculo muy importante de su entorno inmediato es musulmán”, apunta. Para él, el reto no es solo ofrecer menús aptos, sino comprender las sensibilidades culturales que acompañan al concepto Halal.
Girona, un caso de hospitalidad Halal
Esa sensibilidad es la que ha llevado al Hotel Carlemany de Girona, dirigido por Jordi Mias, a integrar la gastronomía Halal dentro de su oferta. “Al aterrizar aquí me encontré con parte del equipo con sensibilidad Halal. Nació de la comida del personal y, a partir de ahí, todo evolucionó de forma natural”, explica el chef Xevi Arrey, responsable de cocina.
En su carta conviven tajines de cordero, cuscús de pollo o bastelas con platos de inspiración asiática. “Es una forma de entender la gastronomía”, resume Arrey. Lo que comenzó como un gesto hacia el equipo se ha convertido en una propuesta de valor: el hotel recibe hoy grupos internacionales, delegaciones deportivas y visitantes que agradecen una oferta adaptada y coherente.
Industria alimentaria y certificación
En el terreno industrial, Maite López, Trade Specialist Granel y Hostelería – Dpto. Marketing en Frit Ravich, explica cómo la compañía ha incorporado productos Halal y trabaja para certificarlos. “Estamos muy inmersos en conseguir una certificación Halal por dos motivos: responder a la demanda del consumidor y garantizar un sello de calidad”, afirma.
La empresa, que combina la fabricación de su propia marca con la distribución de otras, detectó hace dos décadas la oportunidad de atender a este segmento. Hoy, el crecimiento ha sido exponencial y confirma que el consumo Halal va mucho más allá de un nicho: es un reflejo de nuevas formas de entender la alimentación.
Un puente entre culturas
Desde la cocina hasta la industria, el Halal se consolida como un nuevo lenguaje de hospitalidad, un puente entre culturas que promueve autenticidad, apertura y respeto. En Girona, en las cocinas del Hotel Carlemany o en las líneas de producción de Frit Ravich, la gastronomía Halal deja de ser una excepción para convertirse en oportunidad.
Descubre la historia completa en el nuevo episodio de HORECA Stories: Halal, mucho más que una etiqueta religiosa