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Menaje en colectividades: ergonomía, sostenibilidad y calidad en cada comida

Por Ana Turón, Responsable de Restauración Colectiva y del Congreso de Restauración Colectiva

Cuando hablamos de la calidad de un servicio de restauración colectiva solemos pensar en menús, sistemas de cocinado, seguridad alimentaria, gestión de compras o en la sostenibilidad. Sin embargo, hay un aspecto fundamental que pocas veces se tiene en cuenta y que, sin él, nada sería posible: el menaje. Vajillas, cubiertos, bandejas, jarras, cubreplatos y un sinfín más de utensilios no son solo herramientas de uso y trabajo, son un eslabón estratégico que conecta la cocina con el comensal, y tienen un impacto directo en la calidad del servicio, la experiencia del usuario y la eficiencia de la operativa.

El menaje influye en la experiencia del comensal. No es lo mismo comer en un plato visualmente atractivo y ergonómico que en una bandeja incómoda; ni es igual recibir un menú hospitalario en un recipiente de calidad que en un envase de aspecto desechable. El soporte condiciona la percepción de los alimentos y, en algunos casos, incluso la autonomía del usuario.

Garantizar un comedor seguro y sostenible es esencial para el bienestar de los usuarios. El menaje adecuado no solo mejora la seguridad y la experiencia de quienes utilizan estos espacios, sino que también contribuye a la sostenibilidad del entorno.

A nivel operativo, también es decisivo: facilidad de apilado, transporte, limpieza industrial o resistencia al uso intensivo son factores que determinan la eficiencia de un servicio de colectividades.

A partir de esta primera premisa, son varios los puntos importantes en los que fijarse a la hora de elegir el menaje para equipar un comedor. Entre todos, destacan tres:

–  Deben ser productos que cumplan con todas las normativas europeas sobre materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos.

–  Resistencia. Hablamos de productos con una alta frecuencia de uso y lavados que requieren de un diseño y material resistente.

–  Diseño. El producto debe estar diseñado pensando en una fácil limpieza para una correcta desinfección. Se evitará menaje con recovecos que puedan alojar suciedad difícil de quitar. El uso de productos bien diseñados, como bandejas antideslizantes y cubiertos adaptados, no solo protege a los usuarios, sino que también ofrece tranquilidad al personal y a los cuidadores, quienes saben que están utilizando menaje seguro y fiable.

Cada colectividad, una necesidad distinta

Más que en cualquier otro segmento, en colectividades cada servicio requiere de un menaje diferente, para adaptarse al contexto y tipo de usuario.

– Comedores escolares. El menaje influye en el comedor escolar mejorando la higiene, la seguridad alimentaria, la autonomía infantil y la experiencia de los niños y niñas al facilitarles el uso de cubiertos, platos y vasos adecuados a su edad y a la práctica de hábitos saludables. Un ambiente agradable con un menaje adecuado contribuye a que los niños disfruten de la comida, aprendan normas de convivencia y respeto por los alimentos, y se sientan más cómodos en el espacio del comedor.

El menaje para comedor escolar debe ser resistente, seguro, ligero y fácil de limpiar, utilizando materiales como policarbonato o acero inoxidable para bandejas y cubiertos. Si se utilizan bandejas suelen tener compartimentos, los vasos son apilables y los cubiertos de acero inoxidable son duraderos, además de tener diseños atractivos y coloridos. Además, el menaje debe cumplir con normativas de seguridad e higiene, evitando materiales tóxicos y adaptándose a las necesidades de los niños.

Los colores pueden servir como una señal visual para que los niños identifiquen la comida, para que el personal pueda clasificar las bandejas y, en general, ayudan a crear un ambiente más agradable y, muy importante, para una mejor gestión de los menús de los niños y niñas que tienen alergias alimentarias. El uso de menaje específico (como utensilios y platos de colores diferentes) para evitar la contaminación cruzada y asegurar la separación de alimentos alérgenos y no alérgenos es fundamental.

– Hostelería hospitalaria. En la alimentación sociosanitaria, la ergonomía y la higiene de materiales para su durabilidad y facilidad de limpieza, marcan la diferencia. Bandejas isotérmicas que mantienen la temperatura, menaje ligero para pacientes convalecientes y materiales que permitan una desinfección eficaz son elementos esenciales. Los productos deben cumplir con estrictos estándares de seguridad alimentaria.

Adaptarse a las necesidades del paciente es clave, ofreciendo, por ejemplo, vasos con asas y hendiduras para problemas de deglución o mesas móviles ajustables. Además, el menaje debe ser isotérmico, manteniendo la temperatura de los alimentos y siendo compatible con los sistemas de retermalización de cada centro.

– Residencias de personas mayores. Aquí el menaje tiene un valor inclusivo. Platos con bordes más altos, vasos antivuelcos, cubiertos ergonómicos o colores contrastados ayudan a mantener la autonomía de las personas, favoreciendo que puedan comer con dignidad y seguridad. Se utilizan materiales resistentes para el uso diario intensivo, con diseños de bordes redondeados y mangos adaptados para facilitar el uso a personas con movilidad reducida.

– Otras colectividades. En cualquier otra colectividad (empresas, en ruta, grandes eventos…), la estética del menaje influye también de modo determinante. En cualquier caso, siempre hay que buscar un equilibrio entre el diseño, la seguridad alimentaria y la operativa del servicio, teniendo en cuenta siempre la durabilidad debido al uso intensivo de todo este tipo de servicios.

En el caso de los grandes eventos, hay que tener en cuenta también el impacto que supone el mensaje en relación al medioambiente. Un menaje sostenible minimiza los residuos, conserva los recursos naturales al disminuir la generación de plásticos y promueve prácticas éticas y responsables, mejorando la imagen del evento y educando a los asistentes sobre el cuidado del planeta.

No es exagerado decir que hablar de menaje es hablar de dignidad, de calidad y de sostenibilidad en la restauración colectiva. No se trata de un mero soporte para la comida: es un aliado silencioso que permite a miles de profesionales alimentar, cuidar y acompañar a millones de personas cada día. Darle el lugar que merece es también reconocer el valor de un sector que trabaja con rigor y compromiso para garantizar un derecho tan básico como el de alimentar bien.

Si perteneces al sector de las colectividades y quieres mantenerte al día en cuanto a novedades, normativas, proveedores, tendencias, etc., no olvides que en el marco de Alimentaria & Hostelco se organiza el espacio ‘Restauración colectiva: meeting point’, el único evento global del sector en España, con stands y actividades enmarcadas en el programa del la septima edición del ‘Congreso de Restauración Colectiva’.

¡Estáis a tiempo de sumaros!

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